Este diario nació en un cuadernito durante las noches en Austria. Anotaba todo lo que podía para no olvidar, sin saber muy bien cuándo o cómo lo iba a transformar en algo más. Pasaron casi dos años, y fue el impulso de otro proyecto —contar la historia de los cafés de Buenos Aires— lo que me trajo de vuelta a estas páginas.
No hay forma de transmitir cada detalle de lo vivido en un viaje. Pero sí hay algo que uno puede intentar dejar: el espíritu, la emoción, el momento justo antes de que se vuelva recuerdo. Eso es lo que vas a encontrar acá.
Llegamos desde Barajas, tomamos el CAT y nos instalamos en el hotel. Visitamos la catedral de San Esteban, sus torres y la cripta. Exploramos iglesias, la Grabenstrasse y el reloj Anker Uhr.
Retiramos el Vienna Pass y recorrimos el Palacio Hofburg, el Tiergarten de Schönbrunn, la Palm House y el Wagenburg. Cenamos en Figlmüller con su famosa milanesa.
Vimos el Friso de Beethoven, visitamos la Karlskirche y el Belvedere. Subimos al Donauturm y paseamos por Mariahilferstrasse.
Desayuno en Café Sperl. Paseo por el Danubio, visita al Prater y al museo Albertina. Cerramos el día con una Sacher original en el Hotel Sacher.
Café Central, museo del Globo y Esperanto, iglesia Votiva y Biblioteca Nacional. Ópera de Viena y almuerzo en Café Landtmann.
Práctica de caballos imperiales, paseo por los Gasómetros y el Prater. Visitamos el Mumok y la feria navideña del Rathaus.
Desayuno en Café Frauenhuber, Museo Leopold y de Ciencias Naturales. Tren nocturno desde Hauptbahnhof rumbo a Génova.